Nos dirigimos al final de Salentinos y cruzamos por el puente. Ahí hay un cartel indicador de la subida Catoute. Pasados unos cuantos minutos llegamos a una cascada del arroyo de Chávanes que está en el mismo camino (ahora se encuentra sin agua).
Tras pasar por la Braña de Salentinos (allí hay un refugio abierto en bastante buen estado, con literas y chimenea) y la Veiga, prado donde encontramos ganado, siempre siguiendo los hitos que marcan el camino, comenzamos a ascender. Es una ascensión continua, a buen ritmo no se hace pesada. El paisaje es grandioso. En cuanto se coge altura se divisa al gigante de la zona, la Peña Valdiglesia con sus 2.136 m. a la izquierda y sus compañeros de cuerda. Por el otro lado, se levanta la inconfundible silueta de Catoute 2.112 (nuestro objetivo de hoy) y las Peñas del Infierno. Espectaculares.
Una vez ganado el collado que hay entre Catoute y el Alto de las Calánganas no queda más que la subida final. Abajo se divisa el valle por el que se asciende a Catoute desde Colinas del Campo. Es más dura la subida por el lado de Colinas que desde Salentinos, aunque visualmente la subida desde Salentinos impresiona.
Desde el Catoute se divisa el Valle de Salentinos por el que hemos subido, más allá la central térmica de Anllares, y al fondo, Ancares, y las montañas que separan Fornela de la comarca asturiana de Ibias.
Bajamos del Catoute por el mismo sitio y desde el collado ya cojemos el cordal Este,lo primero que tenemos es el Alto Calogan. El sendero no ofrece ningún problema en la parte alta,ya vemos el Fana Rubia. El sendero sigue sin ofrecer duda y el de la subida al Peña Roguera además es muy bonito. Ya tenemos el Pico Boveda al frente con su geodesico. Al bajar del Boveda, Al bajar del Bobeda,en el collado cojo un camino que nos lleva a un refugio y a una pista parcelaria. Después de una pequeña subida junto al pinar ,ya todo es bajada por un bonito camino aunque hay un punto donde los caminos medio desaparecen, por el Chamazal de nuevo a Salentinos.