Nos adentraremos en este emblemático macizo de la montaña central asturiana, que forma parte del paisaje protegido de las Cuencas Mineras, a través de un itinerario lineal que se inicia en el pequeño pueblo allerano de Pelúgano y que finaliza en la altanera cumbre de Peña Mea a 1.557 m de altitud. Desde la peña disfrutaremos de unas espectaculares vistas de buena parte de la cordillera Cantábrica y sierras centrales. Por el camino encontraremos una rareza geológica, uno de los arcos de piedra más alucinantes de España, que por sí solo ya hace atractiva la ruta, el Arcón de Peña Mea.
Comprende un recorrido lineal de poco menos de 5 Km de ida que discurre por pistas y senderos bien conservados. El desnivel a superar es alto y con tramos de fuerte pendiente en la canal de acceso al Arcón y a Peña Mea.
Atención ruta de media-alta montaña. Las dificultades y tiempos citados en la descripción están orientados para su realización en ausencia de nieve. Con nieve, hielo o frío intenso no aventurarse en ella sin el equipo adecuado (crampones, piolet, raquetas, ARVA , ropa térmica etc....) o sin los conocimientos básicos de alpinismo (técnicas de cramponaje, autodetención etc..).
Debemos extremar la precaución en caso de niebla densa, o incluso, suspender los planes ruta (es habitual que la niebla no deje ver más allá de 2 ó 3 m).
Pelúgano – Cerreo En Pelúgano lo más aconsejable es dejar el coche en la parte alta del pueblo, llamada Barrucima o Pelúgano de arriba, frente a la iglesia de Santa María.
Comenzamos a caminar por la pista que sale al final del pueblo dejando la iglesia a nuestra derecha y atravesando una zona con varios hórreos. Al poco de salir del pueblo la pendiente se va tornando más dura hasta que llegamos a la zona de Rascañaoriu. Desde este punto hasta la el Collau de Pelúgano (1.030 m) la pendiente se suaviza. Este tramo hasta el Collau discurre entre avellanos, algún fresno y pequeños muros de piedra que delimitan los prados, con el incomparable marco de Peñas Negras y Peña Mea al frente. Poco antes de llegar al Collau de Pelúgano giramos a la derecha hacia las cabañas de Cerreo.
Cerreo – Peña Mea A partir de este punto abandonamos la pista para continuar por senderos de montaña. Subiremos por una empinada canal hasta el Arcón. La canal no tiene ninguna dificultad técnica ya que esta surcada por un buen sendero, pero sí que es cierto que vista desde abajo puede impresionar a los menos habituados a este tipo de ascensiones. Desde las cabañas de Cerreo las marcas de de pintura amarilla se hacen más frecuentes e indican el camino. La recompensa a la dura subida es, simplemente, única, el precioso Arcón de Peña Mea, también llamado Ojo de Buey.
Bordeamos el contrafuerte del Arcón para llegar a la parte alta de la canal desde la que vemos la subida que nos queda hasta nuestra meta. Después de una corta travesía debemos enfilar otra empinada pendiente que nos dejará en la misma cumbre de Peña Mea.