DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
La Senda del Nalón (PR-AS 261) es un recorrido fascinante que permite adentrarse en los paisajes más genuinos del valle del Nalón, combinando naturaleza, historia y vistas espectaculares. La ruta comienza en el parking del restaurante Aurina, en Candamo, muy cerca del puente de Peñaflor, una estructura con siglos de historia que ha sido un punto estratégico de comunicación a lo largo del tiempo. Desde este punto de partida, el sendero se adentra en un entorno boscoso siguiendo el cauce del río Nalón, ofreciendo un recorrido sereno y envolvente.
A lo largo del camino, el bosque de ribera se convierte en el principal protagonista. Los alisos, sauces y fresnos bordean el sendero, proporcionando sombra y un microclima fresco y húmedo. A medida que se avanza, también aparecen majestuosos robles y castaños, cuyas copas filtran la luz del sol, creando un juego de sombras sobre el sendero. Es un entorno que invita a caminar con tranquilidad, disfrutando del murmullo del río y del canto de los pájaros que habitan esta zona.
Uno de los elementos más interesantes del recorrido es la presencia de antiguos molinos harineros, testimonio de la intensa actividad económica que tuvo lugar en la zona en el pasado. Algunos de estos molinos han sido devorados por la vegetación, con sus paredes cubiertas de musgo y sus tejados parcialmente derruidos, mientras que otros aún conservan su estructura, recordando su función como ingenios hidráulicos que aprovechaban la fuerza del agua para moler el grano.
A medida que el sendero asciende, se abren vistas panorámicas sobre el valle del Nalón. Desde estos puntos elevados, se pueden contemplar los meandros del río serpenteando entre las montañas, así como pequeños pueblos y aldeas que salpican el paisaje. Este tramo invita a detenerse y contemplar la inmensidad del valle, con la combinación de verdes intensos de los prados y los reflejos plateados del agua.
El camino sigue hasta alcanzar Beifar, un pequeño núcleo rural que conserva la esencia de la Asturias más auténtica. Sus casas de piedra, hórreos y paneras tradicionales nos transportan a tiempos pasados, cuando la vida rural giraba en torno a la ganadería y la agricultura. Es un lugar perfecto para hacer una pausa y reponer fuerzas antes de emprender el camino de regreso.
Para volver, en lugar de desandar los pasos por el sendero original, se puede optar por tomar la carretera AS-234, un trazado alternativo que permite caminar más cerca del río Nalón. En este tramo, el paisaje cambia ligeramente, con menos vegetación cerrada y más espacios abiertos, donde es posible observar zonas de pesca y antiguos embarcaderos utilizados antaño para la navegación fluvial.
El tramo final de la ruta es más suave y relajado, permitiendo disfrutar de los últimos kilómetros con una sensación de calma y conexión con la naturaleza. Finalmente, el recorrido concluye de nuevo en el restaurante Aurina, cerrando un itinerario en el que se ha podido experimentar la riqueza paisajística y cultural del valle del Nalón.
Esta senda es ideal para aquellos que buscan una caminata accesible, con una gran variedad de paisajes y elementos históricos, y que permite descubrir la belleza de los bosques de ribera y la historia escondida entre sus molinos y pueblos.