DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
La ruta comienza en el corazón de Tineo 🏘️, una villa asturiana cargada de historia, donde las callejuelas empedradas y las casas de arquitectura tradicional reciben al caminante con un aire de autenticidad. Desde el centro del pueblo, el sendero parte en dirección a las afueras, adentrándose poco a poco en un entorno cada vez más verde y sereno 🌿.
El primer tramo asciende suavemente hacia la Ermita de San Roque ⛪, un pequeño santuario situado en un alto desde el que se obtiene una preciosa panorámica de Tineo y los valles que lo rodean. La ermita, con su blanca fachada y su entorno tranquilo, invita a detenerse un momento para respirar profundo y disfrutar del silencio 🕊️, solo roto por el canto de los pájaros y el murmullo del viento entre los árboles 🌬️.
Desde allí, el camino toma más pendiente y se vuelve más exigente mientras se asciende hacia el Pico Navariego ⛰️. La subida se realiza entre praderías y bosques mixtos de castaños, robles y algún que otro abedul 🍂 que, según la estación del año, tiñen el paisaje de verdes intensos, dorados o rojizos. Al llegar a la cima del Navariego, se abre ante los ojos una vista espectacular: al este, los valles de Tineo; al oeste, la sierra que conduce hacia la costa cantábrica; y al norte, si el día es claro, se adivina incluso la línea del mar 🌊 en el horizonte. Es un lugar perfecto para descansar y reponer fuerzas mientras se contempla el paisaje 👀.
La ruta continúa ahora hacia el Alto de la Guardia 🏞️, un tramo que serpentea por la cresta de la sierra, permitiendo al senderista caminar casi entre las nubes ☁️ en los días de niebla baja o disfrutar de un cielo abierto cuando el tiempo acompaña ☀️. Este tramo es más llano, lo que permite recuperar el aliento tras el ascenso anterior, pero no por ello menos espectacular: las panorámicas que se suceden son un regalo constante para los sentidos 🌄.
Desde el Alto de la Guardia, comienza el descenso hacia uno de los rincones más mágicos de la ruta: la Cascada de Igualta 💧. El sendero se interna en un bosque denso y umbrío 🌲, en el que la humedad se palpa en el aire y el musgo cubre las rocas y los troncos caídos. El sonido del agua se escucha antes de verla, como una promesa 🔊. Al llegar a la cascada, uno se encuentra con una caída de agua cristalina que se precipita entre las piedras, formando una poza serena a sus pies 🌿💦. Es un lugar ideal para descansar, refrescarse e incluso meditar unos minutos rodeado de naturaleza pura 🧘♂️.
Finalmente, desde la cascada se retoma el camino de vuelta a Tineo por un sendero que discurre junto a un arroyo y atraviesa varias aldeas y fincas rurales 🐄, donde se puede apreciar la vida tranquila del campo asturiano. El recorrido, aunque en su tramo final puede resultar algo más suave, sigue regalando al senderista paisajes de postal 📸 y momentos de conexión con la tierra.
Al regresar a Tineo, el cuerpo se siente cansado pero satisfecho 😌. La ruta ha sido un viaje completo: un recorrido físico por montes y valles, pero también una travesía emocional, un reencuentro con la belleza sencilla y poderosa de la naturaleza asturiana 🍃.