DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
La ruta de senderismo entre Navia y Ribadeo, con un recorrido total de 44.6 km, es una de las más impresionantes de la etapa 12 del Camino de la Costa en Asturias. Nos lleva a través de un paisaje variado, donde la belleza salvaje del mar Cantábrico se fusiona con la historia y la tranquilidad de pequeños pueblos costeros. Este sendero combina acantilados dramáticos, playas de arena fina, antiguos castros y miradores que ofrecen vistas panorámicas, convirtiéndolo en una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Comienzo en Navia y llegada a la Capilla de Santa Ana (2.2 km)
El recorrido comienza en la villa de Navia, una localidad marinera rica en historia y cultura, rodeada de montañas verdes que contrastan con el azul del mar. Tras recorrer los primeros kilómetros, llegamos a la Capilla de Santa Ana, un pequeño templo que se alza en un entorno apacible, a 2.2 km del punto de partida. La capilla, con su atmósfera de serenidad y su ubicación elevada, ofrece vistas espléndidas del entorno rural que rodea Navia.
Playa de Castello (9.1 km)
Después de caminar un poco más de 9 km, el sendero nos lleva hasta la Playa de Castello, una extensa playa de arena dorada que se extiende entre acantilados bajos. La tranquilidad de este lugar, con el sonido de las olas rompiendo en la orilla, es ideal para detenerse, respirar hondo y disfrutar del entorno costero. La playa, aunque apartada, es un destino muy apreciado por quienes buscan un contacto más íntimo con la naturaleza.
Playa de Pormenande (11.8 km)
Continuando la ruta, llegamos a la Playa de Pormenande, a los 11.8 km, otra hermosa playa que se encuentra en una pequeña ensenada rodeada de vegetación costera. Este lugar, más recóndito y menos concurrido, invita a disfrutar de una calma abrumadora, donde el verde de los árboles se mezcla con el azul del agua.
Miradores de La Atalaya (13.3 km) y Viavélez (14.2 km)
A medida que avanzamos, nos adentramos en zonas donde los acantilados se vuelven más prominentes y el mar golpea con fuerza las rocas. A los 13.3 km alcanzamos el Mirador de La Atalaya, un balcón natural que ofrece unas vistas impresionantes del océano, el cual se extiende hasta el horizonte. Poco después, en el km 14.2, llegamos al Mirador de Viavélez, desde donde podemos observar el encanto del pequeño puerto de Viavélez, con sus casas blancas colgadas sobre el mar. Este es un excelente lugar para hacer una pausa y disfrutar de la vista del puerto pesquero y los acantilados circundantes.
Playa de Monellos (16.0 km)
La caminata continúa hasta llegar a la Playa de Monellos, a 16 km. Esta pequeña playa de arena oscura y cantos rodados es otra joya oculta en la costa asturiana, un lugar que parece suspendido en el tiempo. Aquí, el ambiente es de soledad y calma, perfecto para escuchar el rugido del mar y dejarse envolver por la brisa marina.
Castro de Cabo Blanco (17.8 km)
Tras pasar la Playa de Monellos, llegamos al Castro de Cabo Blanco, a los 17.8 km. Este yacimiento arqueológico, que data de la Edad de Hierro, se asienta sobre un promontorio que domina el mar. Desde aquí, la vista del océano es magnífica, y es fácil imaginar cómo los antiguos habitantes de la zona utilizaban esta posición estratégica para protegerse de posibles invasores. Este sitio ofrece un vistazo a la historia remota de Asturias, combinando la fascinación arqueológica con el paisaje agreste.
Mirador de La Atalaya (19.5 km)
A los 19.5 km alcanzamos otro Mirador de La Atalaya, esta vez en una posición más elevada, donde las vistas sobre el litoral asturiano son espectaculares. Desde aquí se puede contemplar la majestuosidad del mar golpeando contra los acantilados, mientras el viento acaricia las colinas.
Ermita de Porcía (21.5 km)
El recorrido continúa hacia la Ermita de Porcía, ubicada a los 21.5 km. Este pequeño santuario se encuentra en un rincón pintoresco, rodeado por campos verdes que descienden suavemente hacia el mar. Es un lugar perfecto para descansar y reflexionar, con una sensación de paz que invita a una parada tranquila.
Parroquia de Santa María de Campos y Salave (23.3 km) y Lagunas de Salave (25.4 km)
A medida que seguimos adelante, llegamos a la Parroquia de Santa María de Campos y Salave a los 23.3 km. Esta iglesia es un ejemplo de la arquitectura rural asturiana, sencilla pero llena de encanto. Un poco más adelante, en el km 25.4, nos encontramos con las Lagunas de Salave, un paraje natural de gran valor ecológico, hogar de diversas especies de aves y rodeado por un entorno lleno de tranquilidad.
Playa de Represas (28.2 km), Playa del Murallón (29.4 km), y Playa de la Paloma (31.3 km)
El sendero nos lleva entonces a tres playas consecutivas: Playa de Represas (28.2 km), la más salvaje Playa del Murallón (29.4 km), rodeada de acantilados abruptos, y la pintoresca Playa de la Paloma (31.3 km). Cada una de ellas tiene su propia personalidad, desde la calma de las arenas doradas hasta los paisajes rocosos que desafían el horizonte.
Playa de Serantes (33.6 km) y Playa de Peñarronda (38.9 km)
A medida que nos acercamos al final de nuestra ruta, llegamos a la Playa de Serantes, una playa más amplia y conocida entre los surfistas locales. Desde aquí, continuamos hasta la famosa Playa de Peñarronda, a los 38.9 km, una de las más emblemáticas de la costa asturiana por su belleza y su gran extensión de arena. Su paisaje es espectacular, con formaciones rocosas que emergen del agua y áreas protegidas que albergan flora autóctona.
Ribadeo (44.6 km)
Finalmente, tras casi 45 km de sendero costero, llegamos a la villa de Ribadeo, situada ya en la frontera con Galicia. Ribadeo es un encantador pueblo marinero con una mezcla de tradición y modernidad, donde se puede disfrutar de su arquitectura señorial, sus restaurantes locales, y la cercanía a otros destinos emblemáticos como la Playa de las Catedrales.
Este recorrido ofrece una combinación perfecta de naturaleza, historia y cultura, haciendo de la etapa Navia-Ribadeo una experiencia única en el Camino de la Costa Asturiana.