DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO
Comenzamos nuestra ruta de senderismo en la hermosa Playa de Rodiles, ubicada en Villaviciosa. Con el sonido relajante de las olas y la brisa marina como compañía, nos dirigimos hacia la Playa de Misiego. Este tramo inicial nos ofreció vistas espectaculares del litoral y nos permitió disfrutar de la serenidad y belleza del entorno natural.
Desde la Playa de Misiego, seguimos por un camino que nos llevó hasta la carretera que conecta con la N-632. Este tramo nos brindó una experiencia diferente, transitando por un entorno más urbano, pero igualmente lleno de encanto. Al llegar al cruce con la N-632, nos encaminamos hacia el histórico Camino de Santiago, específicamente el tramo que va desde Sebrayo hasta Villaviciosa. Este sendero, cargado de historia y espiritualidad, nos permitió conectar con la tradición centenaria de los peregrinos, rodeados de frondosos paisajes verdes y tranquilos arroyos que nos acompañaron en nuestro recorrido.
Al llegar a Villaviciosa, tomamos la PR-302, conocida como la Ruta Imperial de Carlos V. Esta ruta nos transportó a través de espesos bosques y antiguas calzadas, sumergiéndonos en un ambiente lleno de historia y naturaleza. Uno de los puntos más destacados de esta sección fue la majestuosa Cascada de Llames. El sonido del agua cayendo y la frescura del entorno creaban una atmósfera mágica, perfecta para un descanso y para capturar algunas fotografías memorables.
Desde la cascada, descendimos hacia la carretera VV-5, disfrutando de un tramo más tranquilo que nos condujo hacia El Puntal. Este pequeño enclave costero nos ofreció impresionantes vistas del mar Cantábrico y sus imponentes acantilados. Continuamos nuestra ruta ascendiendo por Gema del Mar, una subida que, aunque exigente, nos recompensó con vistas espectaculares desde el Alto de La Talaya. La sensación de alcanzar la cima y contemplar el vasto paisaje fue indescriptible, un verdadero regalo para los sentidos.
La última etapa de nuestra ruta nos llevó a descender hacia el encantador pueblo de Tazones, siguiendo el tramo final de la Ruta Imperial. Tazones, con su pintoresco encanto marinero y sus calles empedradas, nos recibió como un broche de oro a nuestra jornada de senderismo. Este pueblo, famoso por su historia y su belleza natural, nos permitió relajarnos y disfrutar de la atmósfera acogedora.
Esta ruta de senderismo no solo nos permitió explorar y disfrutar de la belleza de Asturias, sino también conectar profundamente con su rica herencia cultural y sus impresionantes paisajes naturales. Cada tramo del recorrido ofreció una experiencia única, desde las playas y caminos históricos hasta los bosques y cascadas, culminando en el pintoresco pueblo de Tazones. Fue una aventura completa, llena de descubrimientos y momentos memorables que quedarán grabados en nuestra memoria.