Dejamos el coche en un pequeño apartadero junto a la carretera que va a Busfrío. Subimos por ella un trecho hasta encontrar el inicio del parque eólico. Continuamos caminando y nos desviamos hasta el Picu Cuetu, que de pico tiene más bien poco.
Sin dejar la traza del parque eólico, vamos rodeando hasta llegar a un pequeño majá. Desde aquí, torcemos a la derecha y bajamos ligeramente. Atravesamos un bosque de pinos y llegamos a otro pequeño majá, con una portilla. Tomamos el camino de la derecha en continuo ascenso. Una vez que coronamos, prácticamente en llano, seguimos hasta otro majá. Subimos de frente y torcemos a la derecha hasta llegar a un depósito de agua. Bajamos al siguiente majáu y ascendemos al Picu Llan de Cubel.
Es importante tener en cuenta que está totalmente sin desbrozar y, consecuentemente, desde arriba no se ve nada.
Damos la vuelta hasta el majá y giramos a la derecha, siguiendo los letreros. Continuamos por la pista y, al llegar a un cruce, torcemos bruscamente a la derecha. Junto a una cuadra en ruinas, giramos a la izquierda y continuamos hasta llegar al majá con la portilla. Atravesamos el bosque y llegamos al majá. Aquí nos tiramos hacia la derecha (bajando) en dirección a unas cuadras que vemos al fondo. Tendremos que cruzar una portilla y, un poco más adelante, encontramos una casa a la derecha. Cuidado con los perros.
Desde aquí, tenemos que seguir por caminos completamente sin desbrozar, a salto de mata. El único camino es el usado por el ganado.
Desde la casa, tomamos el camino que sube ligeramente a la izquierda. Vamos apartando helechos y zarzas. Cruzamos un par de portillas (por llamarles de alguna manera porque son somieres) y llegaremos al pueblo de Busfrío. Tomamos la carretera y regresamos al coche.
Importante: se recomienda hacer la ruta de ida y vuelta por el mismo camino. El tramo final desde el majá a Busfrío está sin desbrozar y es necesario abrirse paso como buenamente se pueda.