El pico CUETU VENTOSU (1.151) se sitúa en la parte oriental del CORDAL DE LONGALENDO, sierra de modesta orografía que se alza de oeste a este a caballo entre los valles de Turón al norte y Aller al sur, y que va ganando altura a través de diversas cumbres: CUTIELLOS (895), PANDOTO (1.064), CUETO ORGOSA (1.047), CULLADIELLA (1.105) y ORIOS (1.072). Para algunos –González Cuenco “Mundo”- Cuetu Ventosu sería el techo de Mieres.
A su vez el pico BURRA BLANCA (1.157), separado del anterior por COLLADA ABLANU (1.017), se encuentra en el extremo este del citado Cordal de Longalendo y en el límite meridional de la SIERRA DE NAVALIEGO, discreta cadena montañosa de suave perfil, que se extiende a lo largo de tres kilómetros de sur a norte para rematar en el P. TRES CONCEJOS (1.096). Dicha sierra se eleva sobre los valles de Turón y Tolivia, delimitando los concejos de Mieres al poniente y Laviana a levante. Para otros senderistas –Fernández Ortega- Burra Blanca es la cota más alta del municipio mierense. Nuestro GPS avalaría esta última tesis.
Dejamos el vehículo en un pequeño aparcamiento a 200 metros sur de la AS-337. Estamos en la encrucijada de caminos anteriormente referida. Tomamos la pista asfaltada rumbo al mediodía dirección EL COLLÁU (625). En seguida gira en ascenso al oeste hasta LA XAMONDA (585), pequeño núcleo de casas, que nos permite divisar al norte la población de URBIÉS (540), a los pies del cordal homónimo, con el pico POLIO (1.051) en el extremo occidental mismo.
Viraje al sur para alcanzar en subida poco después la aldea de EL COLLÁU (625), con panorámicas ampliadas de la SIERRA DEL ARAMO al poniente, paraje recurrente a lo largo del itinerario. Aquí conectamos con el “PR AS-35, Senda de los Caseríos y Brañas Turonesas”, de 15 kilómetros de recorrido, circuito con principio y final en Enverniego (350). El estrecho sendero continúa en ascenso hacia el sur entre cercados de praderías y brañas. Tras un kilómetro aproximadamente vira ligeramente a la izquierda, para continuar remontando al mediodía y, atravesando un tramo penoso de matorral y abundante vegetación, desembocar en MAJADA LA RASA (858), una de tantas brañas del circuito en estado ruinoso.
Al fondo emerge el extenso CORDAL DE LONGALENDO cubierto de hayas, con el P. CULLADIELLA (1.105) en primer plano, y tras él asoma al suroeste el MACIZO DE LAS UBIÑAS (2.417). Unos pasos más y el camino nos conduce entre cercados de praderías con cuadras y cabañas –MAJADA TABLAO (882)- hasta nueva encrucijada señalizada (947), alternativa COLLAONA (844) al este o VEGA ESPINES (917) al poniente, justo a media ladera del citado cordal. Hemos caminado unos 3,5 kilómetros desde el punto de partida y por primera vez divisamos al este uno de nuestros objetivos, P. CUETU VENTOSU (1.151).
Comienza una auténtica marcha de obstáculos. Durante unos 3.000 metros aproximadamente la senda, dirección al ALTO DE LA COLLAONA (844), llanea ajustándose a los pliegues sinclinales y anticlinales del cordal, invadida según tramos por alto matorral y con numerosos árboles abatidos por el viento, que interceptan el camino y que a duras penas lograremos sortear. Al norte, majadas y brañas expandidas por el valle con la referencia del Cordal de Urbiés al fondo.
Finalmente nos asomamos a la cuenca de Aller en el COLLADO TURNU (1.020), a los pies de las estribaciones occidentales de Cuetu Ventosu (1.151). A las panorámicas ya apuntadas se añade el majestuoso perfil de la CORDILLERA CANTÁBRICA por el mediodía. Iniciamos el ascenso al pico rumbo este, tratando de adivinar posibles huellas de sendero entre abundante vegetación, por terreno irregular, siguiendo el cresterío hasta hacer cumbre, marcada con vértice geodésico, placa y buzón. Se abren nuevas perspectivas con la impresionante cara oeste de PEÑA MEA (1.557), más allá de BURRA BLANCA (1.157).
Estamos viendo a nuestros pies COLLADA ABLANU (1.017) y la prolongación del CORDAL DE NAVALIEGO al norte con el pico TRES CONCEJOS (1.096) como espolón final. Bajamos a la collada siguiendo posibles trazas de veredas por ensayo y error. Un área recreativa, junto a la pista que conduce al ALTO DE LA COLLAONA (844), nos sirve para descansar y reponer fuerzas. En este enclave se pueden rastrear indicios de una antigua explotación minera a cielo abierto ahora abandonada.
Rumbo este, dirección Burra Blanca (1.157), ya a tiro de piedra, un sendero en ascenso por la vertiente alleriana nos aproxima a tres majadas escalonadas, COLLAÍNOS (1.046), LLOBERAS (1.074) y LLAMARGÓN (1.099), esta última en ruinas, a los mismos pies del pico. Buscando algún claro, la vereda en fuerte pendiente remonta hasta la cresta entre tojos, brezos y piornos. Unos pasos más ahora bastante cómodos y hacemos cumbre, señalada con vértice gedésico, cruz, buzón y mástil con restos de alguna bandera.
Al este se abren nuevas y bellísimas panorámicas con la grandiosa cara occidental de PEÑA MEA (1.557), más allá del Alto de la Collaona (844) y Valle de Tolivia, presidiendo en primer término el fastuoso escenario y, a sus flancos de fondo, el CORDAL DE PONGA Y CASO más PICOS DE EUROPA por el norte, y la CORDILLERA con el pico TORRES (2.106) y sus escuderos al mediodía. Así la vio Palacio Valdés desde el valle, una mañana al amanecer: “Un rayo de sol vivo, refulgente, hirió la cabeza de la Peña Mea, tiñéndola de color naranja. Una nubecilla arrebolada, nadando por el cielo azul, vino a besarla, y después de darle largo y prolongado beso, siguió más alegre su marcha…” (La aldea perdida, 1903).
Retrocedemos por la misma vía hasta los límites del hayedo entre LLOBERAS (1.074) y LLAMARGÓN (1.099). Retomamos el sendero (Anillo Ciclista Montaña Central GR-208 y PR AS- 205) que cruzando transversalmente el bosque desemboca primero en COLLADO FONTICOS (1.085), entalladura de la sierra que vierte a tierras de Laviana, y posteriormente en CAMPA ESPINERA (1.019) con su área recreativa, importante encrucijada de caminos, donde confluyen sendas procedentes de los dos valles, Tolivia (Laviana) y Turón, más la que conduce al Alto de la Culladiella (853). Precisamente esas tierras de Laviana son el escenario de la “Aldea Perdida” (Palacio Valdés), novela que presenta un paisaje rural idealizado, ligado a la agricultura frente a las amenazas de la minería, conflictos mezclados con alguna historia de amor y las continuas peleas en las romerías de los mozos de ENTRALGO (315) y CANZANA (430) contra los de LORÍO (300) y EL CONDADO (360).
Cambiamos el rumbo siguiendo la pista principal, con ligeras variantes, que desciende por el VALLE DE TURÓN, hasta EL MOSQUIL (600), en su día característica mina asturiana de montaña perteneciente al Grupo Urbiés, explotada a comienzos de los años cuarenta del XX, con tres frentes distintos y diez pisos, unidos entre sí por ferrocarril y planos inclinados. El piso del Mosquil era el único que contaba con todas las instalaciones necesarias: cuartos de aseo, oficinas, lampistería, compresores, cuadras para las caballerías, talleres, fraguas… Algunos de tales elementos se exhiben al aire libre en ese entorno. Nos restan 2,5 kilómetros para regresar a ENTRERRÍOS (478) por pista que sigue el antiguo trazado del ferrocarril minero.
Ruta larga, sin complicaciones técnicas, con un desnivel considerable que se afronta paulatinamente, pero con algunos tramos ya señalados de caminar penoso. Una alternativa muy asequible sería partir del ALTO DE LA COLLAONA (844) y, por magnífica pista de cinco kilómetros, llegar hasta COLLADA ABLANU (1.017), punto intermedio entre ambas cumbres. No son cimas de relevancia, pero su ubicación estratégica, atalaya de bellísimos escenarios –Picos, Cordillera, Aramo…- y el entorno de bosques y prados de sugestiva y armoniosa naturaleza compensan con creces el esfuerzo realizado.