Ruta circular por el concejo de Amieva, partiendo de Santillán, recorriendo el desfiladero del Beyu Pen, los pueblos de Pen y Villaverde, descendiendo luego por el Camín Real de la Reina al punto de partida en Santillán.
Itinerario: Santillán (140 metros) - Pen (378 metros) - Villaverde (440 metros) - Collado Sebarella (444 metros) - Puente Regueru (205 metros) - Santillan (140 metros).
Desde Cangas de Onís, seguir por la N-625 en dirección al puerto del Pontón. Unos 10 kms después, una vez pasamos el desvío hacia Ponga (AS-261), tenemos inmediatamente la localidad de Santillán del concejo de Amieva. A la derecha, dentro del pueblo y a orillas del río Sella, existe un amplio aparcamiento donde dejar el vehículo.
Comenzamos el recorrido cruzando el puente colgante que supera el río. Una vez en la vertiente occidental, seguimos a la izquierda por el camino que vadea el río durante unos 400 metros, hasta el desvío y el panel de la ruta del Beyu Pen. El sendero se interna en el bosque, siguiendo el curso del arroyo que desciende perpendicular al valle.
Pronto nos encontramos con los troncos, árboles y rocas, de figuras mitológicas astures. Con bastante deterioro, cuesta identificar cada cual. El tiempo ha hecho mella en el trabajo que Julián Bravo realizó, para adaptar los caprichos naturales, a la imaginación de quien se adentra en este extraordinario paisaje.
Una vez se cruza el primer puente, entramos en el desfiladero. El empedrado sendero asciende por el mundo sombrío de los castaños centenarios, de las rocas vestidas con el verdoso musgo, de las múltiples cascadas que agitan su caudal de recientes lluvias. La magia se siente paso a paso, la "música" del estrecho torrente nos acompaña; ruge mientras deja colas blancas, en su descenso para llegar al remanso del Sella.
Al cabo de 1 km, un puente nos traslada a la margen derecha del barranco. Continuamos subiendo por un paisaje más abierto y comenzamos a ver horizontes: Villaverde con sus praderías, el Picu Pierzu, el Cantu Cabronero cubierto de blanco por las primeras señas del invierno. Al abrigo de un inclinada pared caliza, llegamos a la entrada del singular pueblo de Pen, final de esta primera parte de la ruta.
Asomado a los valles que forman los arroyos de Villanueva y del Beyu, Pen está asentado en una estructura lineal de Norte a Sur. Es elevado y luminoso mirador hacia las cumbres del Cornión, y hacia sus límites con Ponga. Sus casonas de piedra, su famosa panera de 14 pegoyos